Impacto Tecnológico en la Industria de la Moda
El ritmo acelerado de los avances tecnológicos está redefiniendo industrias enteras, y la moda no es la excepción. «Excel ya está anticuado», afirma la investigadora Tessa Boumans, ilustrando cómo las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial están transformando la forma en que predecimos tendencias y gestionamos la producción de moda. Sin embargo, la percepción de que toda tecnología equivale a progreso es cuestionada por expertos como la periodista de moda Nora Veerman, quien argumenta que los aspectos negativos de estos desarrollos a menudo quedan en sombra.
Retos Éticos y Ambientales en la Moda Rápida
Durante el evento «Fast Fashion – Pensadores tecnológicos: ¿Qué influencia tiene la tecnología en la moda?» celebrado en Ámsterdam, se discutió cómo la tecnología ha alimentado la cultura de usar y desechar, especialmente evidente en marcas como Zara y más recientemente, Shein. Esta última, utilizando inteligencia artificial, lanza rápidamente nuevas colecciones que resonan con las tendencias actuales a precios bajos, pero a menudo a costa de la sostenibilidad y la calidad. «Después de una semana, puedes tirar la ropa porque ya no está de moda», comenta Kiki Boreel, modelo y activista por una moda sostenible, destacando la efímera vida útil de estos productos.
La Tecnología como Amplificadora de Desigualdades
El acceso desigual a los beneficios de la tecnología también fue un tema central en el debate. Tessa Boumans destacó cómo la adopción de tecnología en la moda no solo está dejando atrás a pequeños empresarios como Victorine van der Ven, cuya marca de moda a la carta no puede competir con la rapidez de la moda rápida, sino que también perpetúa la desigualdad entre los trabajadores del sector. Los trabajadores de las plantas textiles, a menudo mal remunerados, se enfrentan a una creciente presión para producir más rápido y más barato, exacerbando los problemas existentes de explotación y desigualdad.
Ética y Transparencia en el Uso de la Tecnología
Un aspecto preocupante es la falta de transparencia sobre cómo las empresas de moda utilizan la tecnología. Boumans acusa a grandes corporaciones, como Inditex, de practicar políticas que favorecen la evasión fiscal y subraya que muchos problemas éticos en la industria no se deben a la tecnología per se, sino a cómo la utilizan las personas en posiciones de poder. «Las personas deben hacerlo», insiste Boumans, sugiriendo que la responsabilidad recae en cambiar las prácticas humanas y no solo en desarrollar nuevas tecnologías.
Innovaciones Sostenibles en la Enseñanza de la Moda
A pesar de los desafíos, hay signos de cambio positivo. La profesora de moda Sonja Veldkamp ha notado un creciente interés entre sus estudiantes por utilizar técnicas 3D y materiales de stock muerto, que no solo son más sostenibles sino también más económicos. Estas prácticas podrían indicar un cambio hacia una industria más consciente y menos desperdiciadora.
Hacia una Solución Cultural y Personal
Las discusiones concluyeron con reflexiones sobre cómo cambiar la cultura de consumo en la moda. Una idea radical es adoptar uniformes para desacelerar el ciclo de consumo, mientras que aprender a hacer ropa uno mismo podría fomentar un mayor respeto y comprensión del oficio. La tecnología, aunque poderosa, no es la solución definitiva; las personas deben estar al frente de cuestionar y evaluar su uso adecuado en cada paso del camino.
La tecnología en la moda representa tanto una oportunidad como un reto. Si bien puede ayudar a innovar y optimizar, también requiere una evaluación crítica y ética para asegurar que sus aplicaciones beneficien tanto a la sociedad como al medio ambiente.