Uno de los tantos problemas que el embarazo le acarrea al organismo de la mujer (no desesperen, los problemas son varios, pero se opacan con el premio final del parto) son los calambres en la cintura, las piernas y los pies.
Estos calambres comienzan a manifestarse después de los primeros meses de embarazo, y vienen acompañados de algunos dolores de espalda, y se trata de dolores que son más frecuentes en las mujeres que ya han estado embarazadas alguna vez en su vida.
Las razones de este tipo de calambres son simples y deducibles si se piensa un poco. Ahora la mujer no debe soportar con la parte inferior de su cuerpo el peso que anteriormente soportaba. Los gramos se van añadiendo de golpe a su organismo, y las piernas, caderas y espalda son las que más sufren ese peso añadido.
El motor más importante para erradicar estos molestos calambres es el ejercicio físico. El ejercicio durante el embarazo no es tarea fácil, y por sobretodas las cosas es algo muy delicado. Debes conocer bien tu cuerpo y tus posibilidades, y por supuesto es importante que vayas a clases de gimnasia con especialistas en embarazadas.
Puedes practicar yoga, natación, gimnasia acuática o simplemente caminar. Los ejercicios que involucren elongación de la zona afectada son fundamentales, y también es importante que estires tu cuerpo antes de irte a dormir.
Al momento de presentación del calambre también puedes darte relajantes baños de agua caliente. Estos distenderán la zona y te harán sentirte más relajada y suave. También puedes colocar bajo agua caliente sólo la zona afectada, pues ello también será de gran ayuda.
Si los calambres siguen presentándose de forma continuada y cada vez más intensa será importante acudir a un médico especialista.