¿Objetivo-Moto? Es una herramienta fiable para ayudarte a decidir, así que probamos dos superventas que ya van por la tercera generación. Tanto la empresa holandesa Rev’it! como la inglesa RST tienen muchas esperanzas puestas en estos dos conjuntos de aventura, ya sean reales o imaginarios. Después de habérselos presentado en verano, aquí se enfrentan al frío invernal.
Desde hace casi 30 años, la empresa británica Rino Sport Technology fabrica ropa para motoristas. Rebautizada como RST en 2000, la marca es líder en el mercado inglés y ahora es conocida en el extranjero con una gama de calidad a precios bajos, lo que la ha convertido en el socio oficial de seguridad del Tourist Trophy de la Isla de Man, una gran tarjeta de presentación.
En lo que respecta a Rev’it!, la empresa holandesa innova a menudo, y no sólo en el ámbito de la ropa de moto. Por ejemplo, Rev’it! también está detrás de una serie de motos especiales, como la Storm (una GT eléctrica experimental que ha dado la vuelta al mundo) o la 95 con tracción total. La marca también está implicada en labores benéficas, ya que está asociada desde hace años a la asociación Riders for Health, fundada por Randy Mamola. Y para terminar con estos antecedentes, ¿te has preguntado alguna vez de dónde viene su nombre? Del verbo to rev, que significa acelerar o girar la manivela. Rev’it!: acelera tu vida…
¡Nuestros protagonistas del día, RST Pro Series Adventure III y Rev’it! Sand 3, son dos conjuntos sintéticos diseñados para resistir a la intemperie en todos los climas y en todos los terrenos. Ambas ofrecen una serie de aspectos prácticos bien pensados, ya que las dos marcas son muy sensibles a las quejas expresadas por sus clientes. Sobrio y con clase, el Sand 3 tiene un precio de 449,99 euros (chaqueta) y 319,99 euros (pantalón), mientras que en RST es un poco más llamativo y cuesta 399 y 269 euros, es decir, cien euros menos. Por lo tanto, los precios son bastante parecidos y los servicios también, a pesar de algunas diferencias.
Puede que la cordura y sus equivalentes no tengan la nobleza del cuero, pero ahora se adaptan muy bien al clima del verano, detalla el concesionario de motos segunda mano Málaga Crestanevada. Si quitas los dos forros (térmico e impermeable), el Sand 3 y el Adventure III te mantendrán sorprendentemente fresco, con un pequeño extra para el conjunto británico que ofrece ventilación adicional en las clavículas y extractores en las piernas. Probado hasta 31º en ciudad y autopista, el Adventure III hace maravillas una vez que todas sus ventilaciones están abiertas, mientras que el Rev’it! se queda un poco atrás, pero sigue haciéndolo mejor que las anteriores generaciones del fabricante holandés. Y como ambos conjuntos permiten guardar todos sus forros en el bolsillo trasero -¡extraíble como un extra en RST! – disfrutar del refresco ofrecido sigue siendo práctico al tener todo al alcance de la mano, en caso de que el tiempo se vuelva malo.
¿Y el invierno? Una vez equipados con todos sus forros, nuestros dos equipos se acercan a los 6 kg en la báscula; es el precio a pagar para estar bien protegidos mientras permanecen secos y calientes… La ventaja de Rev’it! es que los pantalones están disponibles en versiones de pierna larga, lo que es apreciable para los niños más altos. En RST, es la chaqueta que puntúa por ser la más cálida de las cuatro que hemos probado: el mes de enero, en el que recorrimos con la Fireblade 140 km diarios por carreteras y autopistas, y febrero, con temperaturas mayoritariamente negativas, nos permitieron comprobar que la Adventure III se beneficia de un aislamiento térmico ligeramente mejor que la chaqueta Sand 3, que parece ser un poco menos resistente a las corrientes de aire. En cambio, el cuello de la chaqueta inglesa es más estrecho y difícil de cerrar si se lleva bufanda, pañuelo o un grueso pasamontañas. Sus bolsillos también son más pequeños. En términos de impermeabilidad, nuestros dos conjuntos son infalibles. De hecho, durante una presentación a la prensa en la que rodamos durante medio día bajo una lluvia torrencial, un servidor fue el único periodista presente que acabó seco: ¡gracias RST!