La diabetes es un trastorno del metabolismo. La insulina es el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía y es el factor más importante del proceso.
Durante la digestión, los alimentos se descomponen creando glucosa, la mayor fuente de energía para el organismo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. (La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una glándula grande que se encuentra detrás del estómago).
Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante las siguientes medidas básicas: una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos, y chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre.
Otras dos cuestiones a tener en cuenta de esta enfermedad se desarrollan a continuación.
¿La diabetes es hereditaria?
En sí, la diabetes propiamente dicha no es hereditaria, se hereda la predisposición a la enfermedad, que se transmite a través de los genes de los padres. Esto quiere decir que la diabetes aparecerá si hay otros factores (externos) desencadenantes como ser la alimentación, el sedentarismo, etc. Un niño con padres diabéticos tipo I corre con un 6% de posibilidades de sufrir la misma enfermedad.
Beneficios de la lactancia materna
Las últimas investigaciones realizadas al respecto dan a saber los beneficios producidos por la lactancia en las primeras semanas de vida. La incidencia de ser diabético en la edad adulta es mayor con la ingesta de la leche vacuna, este hecho se produce por las proteínas de la vaca, que son extrañas al organismo, provocan una reacción con formación de anticuerpos a algunas células del páncreas. Los beneficios por la leche materna se extienden desde las primeras semanas de vida y durante las etapas siguientes.