La decisión de perder peso no es un acto aislado, sino un proceso que implica diferentes etapas emocionales y cognitivas. James Prochaska y Carlo DiClemente, dos psicólogos prominentes, desarrollaron un modelo que describe las etapas del cambio por las que una persona pasa al modificar un comportamiento. Este modelo, aunque inicialmente se centró en la cesación del tabaquismo, ha sido ampliamente aplicado a otros comportamientos, incluida la decisión de perder peso. En este artículo, exploraremos estas etapas y cómo se manifiestan en el camino hacia una vida más saludable.
- Precontemplación:
En esta etapa, la persona no está considerando activamente hacer un cambio. Puede que no sea consciente de la necesidad de perder peso o puede estar en negación sobre los riesgos asociados con su estado actual. Las justificaciones y la resistencia a la información sobre los beneficios de la pérdida de peso son comunes.
Cómo se manifiesta: «No tengo problema con mi peso», «He sido así toda mi vida y estoy bien».
- Contemplación:
Aquí, la persona reconoce que hay un problema y comienza a pensar en la posibilidad de cambiar. Sin embargo, aún puede haber ambivalencia. La persona pesa los pros y los contras de perder peso y puede permanecer en esta etapa durante mucho tiempo.
Cómo se manifiesta: «Quizás debería considerar perder algo de peso», «He escuchado sobre los riesgos de la obesidad, pero cambiar mis hábitos es difícil».
- Preparación:
La persona ha decidido que necesita hacer un cambio y comienza a planificar acciones específicas. Puede investigar dietas, buscar un gimnasio o considerar unirse a un grupo de apoyo.
Cómo se manifiesta: «He decidido que quiero perder peso», «Comenzaré mi dieta el próximo lunes».
- Acción:
Esta es la etapa donde la persona implementa activamente los cambios necesarios para perder peso. Se adoptan nuevos hábitos alimenticios, se inicia un régimen de ejercicio y se toman medidas concretas para alcanzar los objetivos de pérdida de peso.
Cómo se manifiesta: «He estado siguiendo mi plan de dieta durante tres semanas», «Voy al gimnasio regularmente».
- Mantenimiento:
Después de haber logrado cierto progreso, la persona trabaja para mantener los nuevos hábitos y evitar recaídas. Esta etapa puede durar meses o incluso años y requiere un esfuerzo continuo.
Cómo se manifiesta: «He alcanzado mi objetivo de peso y ahora estoy enfocado en mantenerlo», «He desarrollado rutinas que me ayudan a mantenerme en forma».
- Recaída (no siempre presente):
A pesar de los esfuerzos, es posible que la persona vuelva a los viejos hábitos y gane peso nuevamente. Es esencial reconocer que las recaídas pueden ser parte del proceso y no necesariamente indican un fracaso total.
Cómo se manifiesta: «He tenido un mes difícil y he recuperado algo de peso», «Me siento desanimado por no poder mantener mis hábitos».
Conclusión:
La decisión de perder peso es un viaje que implica múltiples etapas emocionales y cognitivas. El modelo de Prochaska y DiClemente ofrece una estructura que ayuda a comprender este proceso y a identificar dónde se encuentra una persona en su camino hacia un cambio de comportamiento. Reconocer y validar estas etapas puede ser esencial para brindar el apoyo adecuado y las intervenciones necesarias en cada punto del viaje hacia una vida más saludable.
Para saber más: