Un tendón es una banda de tejido que conecta el músculo con el hueso. El tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla con el talón, permitiéndole caminar, correr y saltar. La tendinopatía de Aquiles, tensión del tendón de Aquiles, es una lesión común que puede afectar a los corredores, o a las personas con pies sobrepronados (planos) o aquellos con arcos altos o músculos de la pantorrilla apretados, así como a aquellos que usan corredores que no son un ajuste biomecánico apropiado para ellos. Algunas personas pueden tener un hueso del talón que sobresale (calcáneo) que empuja el tendón de Aquiles a una posición en la que es más probable que se esfuerce.
El tendón de Aquiles ya está bajo tensión cuando el pie se despega del suelo al caminar, correr o saltar, así que cuando hay una tensión extra en el tendón debido a las razones anteriores, entonces es fácil entender por qué la tendinopatía de Aquiles es común,
La tendinopatía de Aquiles es una condición dolorosa y a menudo crónica que es difícil de tratar. Si la tensión es mayor en el tendón hacia la pantorrilla, entonces el manejo fisioterapéutico de hielo, ultrasonido, masaje del tejido profundo, estiramiento, ejercicios correctivos, flexiones y consejos sobre el calzado es a menudo muy exitoso. Si la tensión está más cerca de la inserción en el talón, es posible que necesite ver a un especialista que le recomiende una inyección de esteroides antiinflamatorios en el lugar o quizás una cirugía.
La podología también es muy recomendada para la tendinopatía de Aquiles y las plantillas para el talón pueden ser de gran beneficio para reducir los síntomas.
El principal síntoma de una lesión del tendón de Aquiles es el dolor en la parte posterior del talón, el cual aumenta con el ejercicio y disminuye cuando el ejercicio se detiene. La tendinopatía del tendón de Aquiles también puede manifestarse con calor, hinchazón y sensibilidad en el sitio. La amplitud de movimiento puede ser limitada.
La tendinopatía aquílea puede conllevar a pequeños desgarres en el tendón, haciéndolo susceptible a la ruptura; sin embargo, la ruptura también puede ocurrir sin ningún problema previo del tendón de Aquiles.
Síntomas de la ruptura del tendón de Aquiles
- Dolor repentino en la parte posterior del tobillo que se siente como una patada o una puñalada. Algunas veces se escucha un chasquido fuerte. Puede convertirse en un dolor sordo.
- Hinchazón entre el talón y la pantorrilla. Es posible que tenga una bola de hinchazón en el lugar donde el tendón roto se ha agrupado.
- Dificultad para caminar o levantarse en los dedos de los pies.
Una ruptura puede tratarse quirúrgicamente o no quirúrgicamente, dependiendo de la extensión del daño y de su condición. Hasta que pueda obtener ayuda profesional, se debe aplicar la fórmula RICE:
- Descansar. Esto es importante ya que caminar puede causar más problemas.
- Hielo. Utilice una bolsa de hielo envuelta en un paño de cocina húmedo. Nunca lo aplique directamente sobre la piel y déjelo actuar durante veinte minutos. Repita cada dos horas.
- Compresión. Vendar el pie para evitar una mayor hinchazón. Quítese el vendaje por la noche al acostarse.
- Eleve la pierna al nivel del corazón o por encima del mismo para disminuir la hinchazón.
Para una intervención no quirúrgica, vendaremos el tendón de Aquiles o le recomendaremos una férula, así como el tratamiento de fisioterapia utilizado para la tendinopatía de Aquiles. En la clínica de fisioterapia Miguel Peña trabajarán con usted para controlar su dolor y también le ayudaremos a modificar su programa de entrenamiento para que se adapte a su recuperación y le aconsejaremos sobre cómo prevenir nuevas lesiones.