Planificación estratégica: ¿Vale la pena para su empresa?

Con la planificación estratégica como piedra angular de la lista de servicios de una consultoría, a menudo nos preguntan si realmente vale la pena dedicar tiempo (y los fondos asociados) a esta actividad. Así que aquí tenemos un análisis que presenta los hechos. Usted puede decidir por sí mismo si la planificación estratégica será rentable para su empresa.

Aparte de las evidentes raíces en las operaciones militares, los orígenes del concepto de planificación estratégica para las empresas se encuentran en las finanzas. En los años 50, la planificación presupuestaria requería una visión a largo plazo de los objetivos empresariales para respaldar las proyecciones financieras.

En los 30 años siguientes, las «5 fuerzas» de Porter y el desarrollo del análisis DAFO dieron un sesgo científico que iba más allá del aspecto financiero para abarcar los procesos empresariales, el desarrollo del mercado y la asignación de recursos.

En el siglo XXI, las mejores prácticas han evolucionado e incluyen el uso de los resultados de la investigación para orientar la toma de decisiones y el aprovechamiento de la experiencia pasada para el aprendizaje futuro y la consecución de los objetivos empresariales.

Determinar el objetivo

El objetivo (y la finalidad) de la planificación estratégica es alinear la visión de la empresa con los objetivos operativos y los planes de acción para alcanzarlos. Es fácil para el propietario de una empresa determinar que quiere tener éxito, pero no siempre es tan fácil identificar cómo es el «éxito» o cómo conseguirlo. Al aclarar lo que quieres crear y determinar cómo vas a hacerlo, acabas teniendo una hoja de ruta para conseguirlo.

Ventajas y desventajas

La verdadera planificación estratégica no se lleva a cabo de la noche a la mañana ni sin una amplia investigación y evaluación de los hechos y problemas, detalla Asesoría Juan Bautista. Y como tal, hay pros y contras al hacerla.

Beneficios

Si aborda el proceso correctamente y pone en marcha una buena estrategia, podrá

  • Desarrollar una visión a largo plazo de los objetivos de la empresa que esté disponible para compartir con todas sus partes interesadas.
  • Construir una ventaja competitiva planificada en su mercado.
  • Utilizar la estrategia como pauta para contratar a nuevos miembros del equipo, porque se sabe cuáles son los planes para el futuro.
  • Informar a su planificación financiera para que sea capaz de hacer provisiones para los distintos hitos de la estrategia.
  • Maximizar su flujo de caja, la asignación de recursos y sus estrategias de inversión.

Desventajas

Aunque sea difícil de imaginar, la planificación estratégica también tiene algunas desventajas:

  • Requiere el compromiso de todos para llevarla a cabo con éxito, y fomentar y supervisar el compromiso puede ser un trabajo a tiempo completo en sí mismo.
  • No es fácil cambiar de rumbo a mitad de la estrategia si se descubre que la dirección es errónea o se ha pasado por alto un factor crítico. Dado que la retrospectiva es siempre la vista perfecta, es posible que sólo descubras más tarde si tus planes se basan en información o conclusiones erróneas.
  • Estás a merced de lo desconocido. Una vez que has invertido mucho en una estrategia a largo plazo, los acontecimientos imprevistos pueden desbaratarla por completo, dejándote luchando por salvar los pedazos.

Acertar con la estrategia

El aspecto más importante de la planificación estratégica es, por tanto, acertar a la primera. Aunque rara vez hay garantías para nada en los negocios, sus posibilidades de hacerlo mejoran drásticamente si

a) Su planificación se basa en información precisa y fiable

b) La inversión se realiza de forma escalonada, para no poner todos los huevos en la misma cesta de inmediato.

c) se planifican revisiones periódicas y se deja espacio para la flexibilidad en caso de que acontecimientos inesperados amenacen con poner en peligro el éxito de la estrategia.

La planificación estratégica no es algo que se deba hacer a toda prisa. Es un proceso que requiere una amplia investigación y un sólido conocimiento de los factores que afectan a su empresa y a su sector. Elaborarla y ejecutarla con éxito requiere paciencia, compromiso y recursos. No es para los pusilánimes, pero sí para los valientes.