Calefacción solar por suelo radiante: ¿cómo elegir la adecuada?

La calefacción solar por suelo radiante consume muy poca energía y ofrece un excelente nivel de confort. Este sistema ecológico puede cubrir la mayor parte de las necesidades de calefacción durante todo el año. Al funcionar a bajas temperaturas, proporciona un calor suave y agradable.

¿Qué es un sistema de calefacción solar por suelo radiante?

Un sistema de calefacción solar por suelo radiante es, ante todo, un sistema hidráulico de calefacción por suelo radiante compuesto por tubos insertados en el suelo. En lugar de estar conectado a una caldera o a una bomba de calor, el suelo radiante solar funciona con la ayuda de paneles solares térmicos. Estos calientan el fluido calefactor, agua o glicol, que se inyecta en el circuito de calefacción.

Un sistema de calefacción solar por suelo radiante funciona a baja temperatura, idealmente a 30°. Cuanto más baja sea la temperatura del agua que circula por la red de calefacción, más eficaces serán los paneles solares.

Los tubos térmicos del sistema de calefacción solar por suelo radiante deben colocarse entre el revestimiento del suelo y una losa de hormigón, que a ser posible debe ser gruesa. Esto proporciona una inercia suficiente para repartir el calor en la habitación durante varias horas, reduciendo así el consumo de energía. El ahorro puede llegar al 40-50% en comparación con otros sistemas de calefacción. El aire de la habitación se mantiene sano porque no circula. La calefacción solar por suelo radiante es especialmente adecuada para habitaciones grandes o con techos altos.

La calefacción solar no suele cubrir las necesidades anuales de calefacción, pero puede suponer una contribución importante, del orden del 50-60%, señala MLG Electrosolar. Es más eficaz en la temporada baja y en invierno en zonas soleadas, en regiones cálidas o templadas. Es posible combinar la calefacción solar por suelo radiante con otra fuente de energía: electricidad, gas, madera o aceite.

Instalación, diferentes tipos

El suelo solar directo (DFS) funciona con glicol, un fluido de transferencia de calor resistente a las heladas. El sistema de calefacción está conectado directamente a los paneles solares. Por lo tanto, no es necesario un intercambiador de calor.

Un suelo solar híbrido o combinado se conecta a un depósito de agua caliente. Puede proporcionar tanto calefacción como producción de agua caliente sanitaria y electricidad. Un depósito de inercia permite regular y distribuir la entrada de energía entre la calefacción por suelo radiante y el agua caliente sanitaria de forma ideal, en función de la fuente: paneles solares o energía adicional, por ejemplo; una estufa de leña. Varios equipos pueden completar la instalación:

  • una estación de control: para regular la temperatura del suelo y evitar el sobrecalentamiento en verano
  • un intercambiador de calor, por ejemplo; para calentar una piscina
  • un contador de calorías: para conocer la temperatura del agua a la entrada y al retorno del circuito y para evaluar su caudal

La superficie de los paneles solares a instalar es de aproximadamente 1m² por cada 10m² de superficie habitable. Se pueden utilizar dos tipos de colectores: el panel solar clásico o la teja solar.

La calefacción solar por suelo radiante no requiere ningún mantenimiento especial pero, como en cualquier instalación solar, se recomienda una visita anual para comprobar el estado del equipo.

Ventajas y desventajas de la calefacción solar por suelo radiante

Las ventajas de la calefacción solar por suelo radiante son numerosas:

  • ecológico y económico
  • buena inercia térmica
  • calor uniforme
  • no hay efecto de «piernas pesadas» gracias a la baja temperatura

El sistema combinado de calefacción solar por suelo radiante puede acogerse a las ayudas financieras para la renovación energética, como la desgravación fiscal, la bonificación energética, las subvenciones.

El principal inconveniente de la calefacción solar por suelo radiante es que requiere una fuente de energía adicional. Como el trabajo de instalación es relativamente extenso, es mejor utilizarlo en edificios nuevos.

Precio

El precio de la calefacción solar por suelo radiante varía según la región, el sistema de instalación, la superficie y la orientación del tejado. Un metro cuadrado de tejas solares cuesta unos 250 euros, sin contar la instalación. Para una casa de 100 m², el coste medio de un sistema de calefacción solar por suelo radiante es de unos 4.000 euros. Una instalación completa cuesta desde 16.000 euros para un suelo solar directo hasta 20.000 euros para una instalación combinada. Este importe incluye:

  • los paneles solares
  • el equipo de calefacción por suelo radiante
  • suministros varios
  • mano de obra y puesta en marcha