Busca en Google «qué es el suelo pélvico» y aparecerán páginas y páginas de definiciones y artículos sobre su función.
Cuando se habla del suelo pélvico, se suele pensar en las mujeres embarazadas o en el posparto. Sin embargo, todos tenemos un suelo pélvico y puede ser el eslabón perdido en una serie de problemas, como el dolor de espalda y de cadera.
¿Por qué es importante el suelo pélvico?
En pocas palabras, el suelo pélvico es un conjunto de músculos que va desde el sacro (coxis) hasta el pubis (hueso frontal). Como ya hemos dicho, tanto los hombres como las mujeres tienen un suelo pélvico. Entender qué es y cómo puede contribuir al dolor o a los problemas es fundamental.
El suelo pélvico es muy importante porque controla la continencia y sostiene los órganos pélvicos para mantenerlos en su sitio.
También controla la función sexual, por lo que asegurar su buen funcionamiento puede incluso mejorar las relaciones sexuales.
En el caso de las mujeres, a medida que envejecemos se producen múltiples cambios hormonales. Por ejemplo, durante el embarazo, después del parto y tras la menopausia. A menudo, estas son las etapas en las que notamos que nuestro suelo pélvico ha cambiado, y 1 de cada 3 mujeres experimenta cierto grado de incontinencia.
1 de cada 10 hombres experimenta incontinencia y la disfunción del suelo pélvico se da en el 100% de los hombres que se han sometido a una prostectomía. También es muy común en aquellos que se han sometido a un tratamiento de cáncer de intestino o que experimentan disfunción eréctil.
¿Cómo puedo trabajar mi suelo pélvico?
A menudo se oye hablar de hacer ejercicios de Kegel, pero ¿qué significa esto realmente?
Para trabajar el suelo pélvico, debes imaginarte como si estuvieras aguantando el viento y sujetando de alguna manera. Debe ser un apretón de atrás hacia adelante, desde la parte posterior alrededor de la parte inferior y hasta la parte delantera.
En el caso de los hombres, solemos decir que se aguantan en el viento e intentan levantar los testículos y el pene hacia arriba.
Para empezar, puedes intentarlo tumbado antes de progresar a sentado y de pie.
Es muy importante variar la posición y no trabajar únicamente tumbado, ya que el suelo pélvico trabaja contra la gravedad todo el día. Si te aseguras de fortalecer el músculo en posiciones de resistencia a la gravedad, te asegurarás de que trabaje de forma más específica.
Mientras realizas estos ejercicios para el suelo pélvico, recuerda seguir respirando.
Es muy importante que te acuerdes de respirar y te des cuenta de si estás tensando demasiado los músculos del estómago, las nalgas o los muslos al mismo tiempo.
Los músculos del suelo pélvico trabajan en estrecha colaboración con el diafragma para ayudar a moderar la presión intraabdominal. Si se aprieta o se sobrecarga la musculatura más grande, es poco probable que el suelo pélvico trabaje en todo su potencial.
Para trabajar diferentes partes del suelo pélvico, puedes ponerte de pie o sentarte en diferentes posiciones, ya que esto hará que el músculo trabaje de forma diferente.
Si te pones de pie con los dedos de los pies hacia dentro, trabajarás la parte delantera del suelo pélvico. Sin embargo, si te pones de pie con los pies apuntando hacia fuera, trabajarás más la parte trasera del suelo pélvico.
Es muy común, sobre todo en los hombres o en el posparto, no estar seguro de estar trabajando el suelo pélvico adecuadamente. Esto significa tanto contraerlo completamente como relajarlo totalmente.
Si no estás seguro de cómo trabajar tu suelo pélvico o de si el músculo funciona bien, es importante que pidas ayuda a un fisioterapeuta de salud pélvica.
¿Por qué acudir a un fisioterapeuta de salud pélvica?
Si no estás segura de si tu suelo pélvico funciona bien y tienes dolor pélvico, incontinencia, dolor persistente de espalda o cadera, o tienes problemas con tu función sexual, un fisioterapeuta de salud pélvica puede ayudarte.
Normalmente nos referimos a estos fisioterapeutas especializados como especialistas en salud pélvica, ya que esto incluye tanto la salud masculina como la femenina. La distinción es importante, ya que existen diferencias claras.
Cuando acudas a un fisioterapeuta especializado en salud pélvica, te evaluará por completo y podrá decirte si tu suelo pélvico funciona como debe. Para ello, comprobará si puedes contraer completamente el músculo, su fuerza, si puedes soltarlo completamente y si puedes coordinar el músculo.
Piensa en ello como en cualquier otro músculo. Si fueras al gimnasio a hacer un ligero curl de bíceps, extenderías completamente el codo y lo doblarías por completo. Un músculo necesita trabajar en toda su extensión para que se mantenga móvil y fuerte a lo largo de toda esta extensión. Si no se libera por completo, será fuerte en un rango de movimiento pequeño, lo que lo expone a lesiones.
Esto es especialmente importante en el caso del suelo pélvico, ya que necesita expandirse para sostener los órganos pélvicos. Si tienes la vejiga llena pero tu suelo pélvico no puede estirarse y liberarse, esto podría ser una causa de incontinencia.
Para evaluar completamente el suelo pélvico, se puede realizar una evaluación interna. Puede ser a través de la vagina o del ano. Sin embargo, si prefieres no hacerlo, también podemos hacer una ecografía de la zona y mostrarte lo que ocurre.
Un fisioterapeuta especializado en salud pélvica también podrá darte consejos, asesoramiento y un programa de tratamiento exhaustivo que te ayudará a fortalecer y coordinar el músculo para mejorar su funcionamiento. Lo más importante es que se adapte a ti.
Es muy importante recordar que el suelo pélvico no siempre es débil, sino que existen múltiples causas que pueden provocar la debilidad del suelo pélvico, ya que también depende de cada persona.
Se ha demostrado que la fisioterapia específica ayuda con los problemas del suelo pélvico y es una primera línea de defensa en condiciones tales como
- Dolor pélvico
- Incontinencia
- Prolapso
- Disfunción sexual, incluido el dolor y la disfunción eréctil
- Dolor de pene
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